Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Wednesday, July 31, 2013

¿Siempre habrá pobres?

Hay 500 mil nuevos pobres en México; suman 53.3 millones

¿Qué lleva al auto-cuestionamiento de nuestras más arraigadas creencias o convicciones? ¿Qué hace dudar de alguna idea religiosa o política a la que se está fuertemente adherido? Para algunos de nosotros ha sido la tragedia, ya sea cercana o lejana.

¿Cuánta más tragedia en nuestra sociedad, o cuán cercana, sería necesaria para que siquiera empecemos a considerar la posibilidad de que hemos equivocado nuestras opiniones personales?, ¿o para considerar que las que creemos nuestras opiniones, tan sólo son copias de otras en nuestra diminuta y sesgada cultura local?

La tragedia llevaría a algunos hacia la religión o hacia el pensamiento mágico o ilusorio, otros hacia una dirección opuesta a la autocomplacencia y autogratificación. En este punto, a mí me ha llevado a esa parte de la filosofía que no se apresura a ofrecer respuestas, sino que se prepara para cada vez hacer mejores preguntas. En particular, preguntas hacia mí mismo, preguntas con las que me exija rendir cuentas de mis propias opiniones, del pasado y de hoy; por ejemplo, una opinión de mi pasado que acepté acríticamente: “siempre habrá pobres”.

La proporción de la tragedia en nuestra sociedad en relación con las pequeñas e insignificantes miras asignadas culturalmente a la existencia de un individuo —por conceptos como “la pertenencia de clase”— es suficiente para detener a cualquiera y hacerle expresar algo como lo que Mary Shelley le hace decir a su Dr. Frankenstein: ¡Qué hemos hecho!

Sunday, July 28, 2013

¿Inocencia?


* Caballeros Templarios en Michoacán: Testimonio Autodefensa Ciudadana

—¡Mira!, mi cuate, en el estado de Michoacán, México, la gente se está organizando para su autodefensa ante criminales. Pero según esta entrevista, los criminales también tienen puestos en el gobierno.

—Que el gobierno local este coludido es algo que ya intuíamos, no es nuevo.

—Pero entonces, quien le haya dado esos puestos, ¿también es un criminal?

—¿Dirías que es inocente?

—Yo diría que, al menos, es responsable de la situación.

—Pues tu voto contribuyó para ponerlos ahí, así que también tú eres responsable.

—Pero yo no voté por esos, sino por estos otros.

—..., ejem..., mira, mejor cambiemos de tema. Mejor cuéntame qué te trajeron los Reyes Magos...

—...no, ¡pérate! ¿Cómo está eso de que yo también soy responsable? Yo soy inocente en esa situación. ¡Yo ni vivo ahí! Además, yo soy muy obediente de lo que me indican mis autoridades. Y si alguien me quiere imputar algo, pues para eso está el concepto jurídico de «obediencia debida». ¡A mí, que ni me toquen!

—Pero mi chavo, ¿no te enteraste? Desde los juicios de Nuremberg quedó más que claro que el “yo sólo seguía órdenes” no te exime de la responsabilidad.

—what, on the face of the earth, are you talking about!!?? ¡Te digo que soy inocente!

Thursday, July 25, 2013

Los superados

Mi amigo Gustavo Sassano, de Buenos Aires, Argentina, en ocasiones ha tachado o desacreditado alguna opinión que atribuye a unos que llama ‘los superados’. Dado que valoro mucho a quien me haga pensar con sus perspectivas —y él lo hace—, le pedí me explicara a qué se refería con eso. Alguien ‘superado’ es quien afirma que su opinión es mejor que la de otros en materias de gusto. Por ejemplo, si alguien sigue el estilo vegano o vegetariano de alimentación y afirma que ese estilo es el mejor por encima de cualquier otro, e incluso denuesta a otros estilos, entonces es un ‘superado’. Es decir, cree que otras opciones tan sólo son propias de quien no ha logrado “superarlas”. Así, hay ‘superados’ que usan ciertas marcas o productos famosos, o van a ciertos lugares de recreación, o copian algún modo de hablar o de comportarse, etc. Aunque también hay ‘superados’ por omisión; es decir, creen que sus perspectivas son “superiores” debido a que no usan o no consumen tal o cual cosa considerada de bajo nivel socioeconómico, bajo nivel escolar o de poca alcurnia.

Reconozco que con facilidad me puedo encontrar en la posición de un ‘superado’ si no hago el esfuerzo para ser consciente de mis tendencias o sesgos cognitivos. Tengo en mi memoria mucha evidencia de lo difícil que puede ser aceptar los juicios erróneos propios. Un ejemplo de mi pasado —el cual tuve en común con Gustavo— es aferrarme a una posición ‘superada’ en materia religiosa: esta o aquella religión es “la mejor”. Me parece falaz vociferar superioridad de opinión en materias de gusto. Y sí, eso era lo que hacíamos con la religión, como si la religión fuese una materia de hecho.

Por otro lado, en retrospectiva observo que sí puede ser positivo desarrollar el gusto propio. Quizá tener un gusto más refinado o selecto para hacer distinciones atinadas en dichas materias, con el objetivo de mejorar en el goce y disfrute de uno mismo. Pero no hay cantidad de desarrollo o sofisticación que justifique vociferar superioridad. Un ejemplo trivial, y con base en lo que he escuchado de quienes dicen saber del tema: el mejor vino tinto es el que te hace disfrutar más de tu propio paladar, y no el más costoso o de tal o cual marca famosa.

Saturday, July 20, 2013

Parricidio filosófico

Recién escuché algo como lo siguiente:

“Todo eso de la filosofía es perder el tiempo de la manera más tonta. Quien piensa filosóficamente tan sólo vive confundido, no llega a nada y se hace tan inútil como un analfabeto; sólo que aquel al menos es consciente de su condición. Quienes hacen girar el mundo real, precisamente, no lo hacen filosofando sino dominando a los demás con respuestas contundentes y sin dudas o titubeos. Mejor estudiar algo que deje dinero.”

Por supuesto, no intenté “defender” a la filosofía pues no hay nada por defender: esa opinión también se halla en la historia de la filosofía —lo cual es parte de la filosofía—. En efecto, un hecho histórico recurrente en el progreso del pensamiento es el parricidio filosófico, como dice Isaiah Berlin en «The purpose of philosophy - Concepts and Categories». Las ideas al nacer ya se encuentran en presencia de la filosofía, es quien las nutre. Más tarde, y como parte de su desarrollo, los sistemas de ideas necesariamente cometerán parricidio. De ahí que ahora identificamos, por ejemplo, a la ciencia como algo distinto a la filosofía.

Entonces, denostar a la filosofía puede ser signo de cierta madurez intelectual, pero no toda madurez intelectual denuesta a la filosofía.

Desde luego, poner al dinero por encima de la filosofía es confundir los asuntos y, por tanto, es signo de no comprender lo que se habla.

Saturday, July 13, 2013

Manjares

«Llegada la noche, vuelvo a casa y entro en mi estudio. En el umbral me despojo de la ropa cotidiana, llena de barro y mugre, y me visto con telas nobles y curiales; así, dignamente ataviado, entro en las viejas cortes de los hombres antiguos donde, acogido con gentileza, me sirvo de aquellos manjares que son sólo míos y para los cuales he nacido. Estando allí, no me avergüenzo de hablar con tales hombres, interrogarles sobre las razones de sus acciones, y esos hombres por su humanidad me responden. Durante cuatro horas no siento fastidio alguno; me olvido de todos los contratiempos; no temo a la pobreza ni me asusta la muerte...»

—Nicolás Maquiavelo. Fragmento de la carta a Francesco Vettori, 10 de diciembre de 1513.

Epígrafe. Philosophy for Life: And other dangerous situations. Jules Evans.