Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Sunday, March 06, 2011

Pedante

¿Qué es ser pedante? Para iniciar una libre búsqueda del sentido de esta palabra podríamos recurrir al diccionario —como punto de partida, pero no como punto de llegada, hacia tal sentido. La vigésima segunda edición del Diccionario de la Lengua Española ofrece dos acepciones. De las cuales, la primera es la que me ocupa hoy:

Pedante: Dicho de una persona: engreída y que hace inoportuno y vano alarde de erudición, téngala o no en realidad.

En esta acepción la palabra pedante es un adjetivo, es decir, y con base en la tradición gramatical grecolatina, no refiere una sustancia sino un accidente o condición contingente de una sustancia. Al decir, por ejemplo:

El autor de este blog es pedante

El autor, como sustancia, puede tener a la pedantería como una de sus propiedades pero esa condición no es parte de su esencia. El autor es libre de cambiar tal propiedad por otra que manifieste más fielmente su ser.

“Adquirí una evidente presunción pedante y un ligero toque de ostentación, que posteriormente, gracias a Dios, me he curado completamente” —Benito Pérez Galdós

Me pregunto si la distinción entre sustancia y accidente, que corresponde a los sustantivos y a los adjetivos respectivamente, podría servir para reconocer la realidad del abismo entre las personas y las ideas. Pues personas e ideas no son lo mismo. El no distinguir la diferencia, y confundir personas e ideas, explica nuestra enorme dificultad para percibir positivamente al examen crítico de nuestras ideas. Esta miopía explica el porqué solemos transferir al terreno personal la crítica de lo que no es, en realidad, parte de nuestra persona. El análisis crítico está centrado en las ideas y no en las personas. No está dirigido a la sustancia sino a sus propiedades o condiciones contingentes que pueden ser cambiadas sin afectar a la sustancia en sí.

La propiedad de pedante es...

  • una demostración ostentosa e inapropiada de conocimientos

  • un vicio

  • una marcada tendencia por centrar la atención en demostrar conocimientos, especialmente en aspectos triviales o de miras estrechas.

  • una preocupación excesiva por el formalismo, una atención desmedida y arbitraria a las reglas, a los detalles y a la precisión

  • pertenecer quisquilloso en el uso del lenguaje

  • una exposición formal, aburrida, y sin inspiración, de la erudición propia o ajena

  • un estilo de escritura que raya en el sermoneo, con tono erudito y académico pero a menudo demasiado difícil y distante

  • poner el mayor esfuerzo en alcanzar lo correcto y eliminar toda ambigüedad

El adjetivo pedante aplica cuando el acto de expresar conocimiento es inoportuno, inapropiado, vano, inútil, trivial. Cuando tal acto resulta útil, oportuno, relevante, entonces el adjetivo de pedante no aplica. Por lo tanto, interpretar algo como pedantería, también, conlleva una responsabilidad compartida entre quien escribe y quien lee.

Por otro lado, la desproporción y el exceso por la escrupulosidad, por la exactitud en las formas, por el cuidar el agua del baño por encima del bebé recién bañado, representan un desatino más en la religiosidad del ser humano que, como punto ciego, cuesta mucho trabajo modificar. No es sorpresa entonces el estado de equivocidad tan frecuente en la raza humana en general, y en mí particularmente.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home