Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Monday, November 15, 2010

SionToday.com

En esta ocasión pretendo documentar un hecho ocurrido el sábado 13 de noviembre de 2010. Por supuesto, si esto tiene poca o ninguna relevancia, o esto resulta ser algo notable debido al número de personas involucradas en el estado de la situación, dependerá del tipo de análisis con el que se aborde tal situación.

He omitido toda alusión a personas en particular pues identifico la distinción entre las personas por un lado, y por otro lado, las ideas. Mi interés es promover el análisis y la reflexión sobre las ideas y cómo éstas influyen en nuestra conducta. Enfatizo la importancia de identificar la distinción entre personas por un lado y por otro lado las ideas. Pues no son lo mismo. Yo no veo esto a nivel personal, para mí las amistades y las relaciones quedarían intactas a pesar de que no haya coincidencia en las ideas. Pero entiendo que puede no ser así para otras personas.

Más o menos hace un año presenté mi registro a una red social en Internet llamada Sion (SionToday.com o también Monte Sion). Esta red social es una, entre varias, de las redes sociales en Internet auspiciadas por el entusiasmo de los miembros del grupo religioso llamado Iglesias Internacionales de Cristo (International Churches of Christ) o por sus siglas en inglés: ICOC. La razón por la que presenté mi registro es la misma por la cual, hace ya algunos años, me bauticé en el cristianismo y es: conocer más acerca de Jesucristo, de la Biblia, del Dios cristiano, y llevar una vida congruente y devota como un aprendiz del cristianismo. Una semblanza retrospectiva sobre mi recorrido durante esos años la he estado publicando, desde hace ya tiempo, en la siguiente página: Un recorrido

La red social cuenta con un foro en el cual los participantes pueden abrir algún tema sobre el cual cualquiera de los demás miembros puede, si así lo desea, comentar al respecto de dicho tema. Yo participé en varios temas abiertos por otros. Mis aportaciones relativas al caso las he remitido desde la siguiente página: Expresando mi opinión. Mi actitud inquisitiva, mi interés por el debate y la argumentación, derivó en lo que se podría denominar como acaloradas discusiones relativas a aspectos como algunas características populares en la comunidad local de la ICOC, como el lenguaje y el uso de frases percibidas como trilladas, hasta aspectos más abstractos relativos a la idea de si esta iglesia es la única iglesia verdadera. Lo ocurrido antes del día 13 de noviembre, referido al inicio, para mí produjo un saldo positivo, es decir, la discusión me provocó muchas reflexiones y aprendí varias cosas importantes. Sin embargo, identifico que ocurrió un cambio de rumbo en la situación al yo expresar mi punto de vista acerca de uno de los dogmas populares en algunas facciones del cristianismo: el dogma que afirma que la Biblia es la “Palabra de Dios”. Mi punto es que la Biblia es un libro antiguo, tal vez el más importante para entender a la cultura occidental, pero para sacar posiciones teológicas de ella se requiere, antes, estudiar ampliamente pues no es un libro fácil. Aun contando con tal preparación, dentro de la variedad de posibles posiciones teológicas justificables ninguna puede afirmar que se desprende de una fuente congruente e inmutable, pues la Biblia es muchas cosas pero no algo consistente e inalterable —para corroborar esto basta con estudiar la historiografía bíblica, remito la siguiente página donde reflexiono un poco más al respecto: ¿Qué quiere Yahvé?

El día referido fui excluido de la mencionada red social (ver evidencia 1). Las razones exactas las he solicitado en más de una ocasión, pero a la fecha no me ha sido presentada ninguna razón o causa justificada para tal exclusión (ver evidencia 2). Lo irónico del caso, que me ocupa hoy aquí, es que las posiciones teológicas debidamente fundamentadas pueden justificar la creencia en que el concepto “Palabra de Dios” corresponde, no al libro, sino a la figura de Jesús, El Cristo, y mi comentario acerca del libro suscitó lo propio del más ingenuo literalismo bíblico de la Edad Media.

La acción de excluir a quien piense diferente se puede encontrar en la historia del cristianismo desde sus primeros siglos —remito una página con un atisbo hacia tal historia: Escogiendo un ejemplo—. El análisis de lo que puede llevar a tal acto de exclusión es interesante pues ofrece un caso para entender los patrones intelectuales presentes también en tantas otras conductas cobardes contra todo lo que nos da miedo por ser diferente a nosotros. Son conductas tan prevalecientes hoy en nuestra cultura occidental y cuyas raíces ciertamente se pueden trazar hasta los orígenes del cristianismo. El análisis es relevante pues esos patrones intelectuales representan parte de las semillas que llegaron a ser el motivo detrás de los actos más atroces, en la Historia de la Humanidad, cometidos en el nombre de Dios. Por supuesto, la Historia contemporánea confirma que el riesgo de repetirse tales actos está más activo que nunca.

Para este caso de exclusión hay un hecho de llamar la atención. Si bien mi comentario acerca del dogma del literalismo parece haber disparado el acto de exclusión, en realidad tal comentario ya lo había publicado en dicho foro el día 26 de septiembre de 2010 —remito el texto íntegro de aquella aportación: ¿Qué es lo peor del cristianismo? Por lo que, al parecer, tal opinión no determinó por completo la exclusión. Hay otro hecho que parece indicar otra posible causa real para ejecutar la exclusión: la participación en el foro de una figura de autoridad reconocida en el grupo, una figura cuya posición organizacional tiene la responsabilidad de la veracidad en la enseñanza bíblica “autorizada” en este grupo religioso local. Su participación consistió en exponer en público aspectos de comunicaciones personales del pasado entre él y yo, sin consultarme directamente, de manera previa, si yo concedía en hacerlo así. Mencionó varios términos grandilocuentes que difícilmente la mayoría de su congregación tiene la preparación para entender y explicar. Exhibió sus credenciales por las que su opinión debe ser tomada como absoluta, como un ejemplo del persistente militarismo en este grupo religioso. Se enfocó en denostar mi persona pero sin atender los argumentos en mis textos. Prosiguió haciendo el abuso bíblico típico observable en este grupo religioso. Luego hizo referencia a definir la membresía de la iglesia y sugirió a los que no son miembros a etiquetarse como tal —al parecer la exigencia del nacionalsocialismo nazi por la cual los judíos debían ostentar la estrella de David en un lugar visible para ser reconocibles como tales es una idea que permea entre grupos discriminantes—. Finalmente, su participación concluyó con comentarios que reprimen el debate abierto de las ideas entre los miembros de ese grupo religioso.

Evidentemente mi opinión no coincide con lo sancionado por esta figura de autoridad en relación a su idea literalista de la “Palabra de Dios”, mi opinión no coincide con lo establecido como verosímil para quienes en tal grupo han depositado su confianza en la función de enseñanza bíblica que tiene esta figura de autoridad. Una posible explicación, entonces, para el acto de mi exclusión de dicha red social es que aquellos quienes obedecen ciegamente a figuras establecidas de autoridad carecen de la posibilidad de pensar por sí mismos y evaluar la situación desde un análisis balanceado y justo. Por lo que comenten actos de exclusión sin antes haber reflexionado en las razones que justificarían tales actos. Y ahí radica lo peligroso de este tipo de patrones intelectuales, en lo ya expuesto por Erich Fromm con respecto a la obediencia ante autoritarismos irracionales. Al parecer, este acto de exclusión es un caso más de franca estupidez, del poder de la estupidez, y de la estupidez del poder.

Imagen de evidencia 1 (click aquí ver imagen en detalle):

Imagen de evidencia 2 (click aquí ver imagen en detalle):

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Estimado Marco.
Tengo entendido que es una red privada exclusiva para los miembros, y esto es como cuando te invitan a una casa a comer y disfrutar del ambiente, todo va bien hasta que te tomas la atribución de comenzar a decir como se debe hacer esta o aquella cosa.

No se supone que uno deba permitir que un desconocido (porque no eres parte de la Iglesia en referencia)le enseñe sin control a sus hijos sobre temas con tantas diferencias de opinion como los espirituales. (Ya ves que hay muchas personas que buscan estos medios para dañar la fe de las personas, como lobos vestidos de ovejas).Seguramente hay bastantes ansianos y maestros en esa iglesia estudiando sobre el tema e instruyendo a los miembros.

En las casas hay diferencias de opinion, peleas etc, que son propias de una familia.

Desde mi punto de vista muy personal, uno mas de muchos, se te dio permiso de entrar a la casa y escuchar los debates, entonces disidiste participar, al debatir se decidió que era tiempo de parar...de salir. No te ofendas tanto. Quisas debio haber la cortesia de decirte las razones, pero eso no pasa en ninguna red, y es cosa dificil convencer a un convencido, seria motivo de mas debate, quisas hoy tendrias dentro de tu evidencia el correo que te enviaron dicindote las razones.

Lo que estas haciendo ahora es atacar una red privada que te abrió, de buena fe las puertas de su casa. Ya hiciste tu aporte de conocimientos, de sabiduria, deja que la familia los tome y los analice y que siga lidiando con sus propios problemas. Ten cuidado que no este el orgullo torciendo tu buen criterio.

Que Dios te de mucha sabiduria y que ella te permita ayudar a construir y apoyar su iglesia de forma cordial.

Saludos

October 13, 2011 at 11:51 AM  
Blogger Marco A. Dorantes said...

Gracias por el comentario. Me es grato conocer y tratar de entender opiniones distintas a la mía pues la diversidad ha sido para mí una notable maestra, especialmente de unos años para acá.

La red social por Internet que aludo en mi texto, como es evidente, tiene dueños: aquellos quienes tuvieron potestad para excluir por medio de sus muy personales y arbitrarios criterios. Tales criterios podrán tener fundamento bíblico, es cierto. Pero tal fundamento no es distinto del fundamento bíblico que han usado otros grupos para justificar atrocidades en la historia del cristianismo; como por ejemplo los fundamentos bíblicos que utilizaron los inquisidores españoles en la Edad Media, o los que utilizó David Koresh en Waco, Texas, o Jim Jones en Jonestown, etc. Pero, ¿quién es dueño del cristianismo? ¿Quién es dueño de algo como una religión?

Así que tu punto de la privacidad se sostendría si el asunto fuere algo realmente privado. ¿Es el cristianismo algo privado y exclusivo de una membresía? Ante la luz de la historia desde aquella secta religiosa llamada el Nuevo Camino, durante los primeros siglos de la era común, hasta su devenir en lo que hoy se podría llamar la civilización occidental, ¿quién puede justificar un solo conjunto único de criterios para decidir quién es un cristiano y quién no? Es evidente, en dicha historia, que muchos se han autoproclamando como ese quién. Ya se puede ver el resultado en la sociedad y en el mundo religioso de hoy.

La privacidad se justifica con base en el alcance del asunto. El ejemplo de una familia que ofreces es útil para ilustrar un tipo de alcance: asuntos que no conciernen a nadie más que a dicha familia. Pero el ejemplo no aplica en el caso de una religión como el cristianismo. Los asuntos ahí son de otra envergadura pues implican juicios sobre el destino final de la Humanidad en su conjunto. Es decir, no estamos hablando de resguardar los intereses de mi equipo de futbol o de mi corporación capitalista, sino aquí, en el cristianismo, estamos hablando de un tema no privatizable que pertenece, al menos, a toda la civilización occidental. Para pretender tratar el asunto como si fuese mi club privado entonces estaría obligado a desligarme del tema en general y establecer con claridad que se trata de una secta exclusiva, cerrada y atrincherada en sus intereses particulares, como una corporación capitalista privada, y no como algo relacionado con el cristianismo y con el bien común para la civilización occidental.

Para este punto en mi recorrido por el cristianismo, así interpretado vulgarmente como un club social, sujeto de membresías, yo me veo obligado moralmente a abandonar tal cristianismo pues me impide progresar en mi transformación personal:
¿Por qué debo abandonar el cristianismo?

October 13, 2011 at 8:32 PM  
Blogger Marco A. Dorantes said...

Agrego que, a la fecha, aún no he recibido contestación alguna a los ya varios mensajes que he enviado, al administrador de la red social en cuestión, en los que solicito las razones y una explicación de su acto de exclusión.

October 16, 2011 at 8:38 AM  

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