Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Saturday, October 16, 2010

La infamia del pensamiento débil

Nota aclaratoria: utilizar la idea del pensamiento débil fue una mala elección para referirse aquí al pensamiento regido por dogmas religiosos o políticos. Aclaro que el tipo de pensamiento débil mencionado aquí no es el propuesto por el pensador posmoderno Gianni Vattimo. La idea de pensamiento débil referido aquí es también conocida como el pensamiento crítico débil.

Si el reportaje que refiero a continuación refleja correctamente la realidad y la fotografía no es producto de una fabricación por manipulación de imágenes digitales, entonces es una evidencia más que se suma al vasto número de casos en la historia de la religión que forman el enorme soporte para afirmar que los sistemas de pensamiento religioso no parecen estar causando un impacto positivo en el mundo tampoco hoy en día. Es decir, no parecen ayudar para un mayor número de personas cada vez más compasivas, más pensantes, más conectadas con la realidad.

Por supuesto que lo positivo de la religión se puede ver no en la religión per se, con sus sistemas e instituciones dogmáticas, sino en individuos que han sido luminarias por su valor humano, por su inteligencia, por su humildad, por su compasión y esmero por los demás humanos a su alrededor.

Lo mismo, positivo y negativo, se puede decir de otras áreas con base en las aportaciones positivas o negativas de individuos en particular. Un ejemplo de lo negativo es el uso político —y estúpido— de los productos bélicos de la ciencia. ¿Ver es creer? Entonces así como ver la siguiente imagen de una mujer mutilada es una evidencia de la estupidez religiosa, así también para una evidencia de la estupidez política basta ver las desgarradoras imágenes de los niños en las cercanías de Hiroshima y Nagasaki —después de los bombardeos atómicos del 6 y 9 de agosto de 1945— corriendo, por las que habían sido las calles de su barrio, con su piel cayéndoseles a tiras. ¿Fueron realmente necesarios tales bombardeos siendo que para ese punto en el tiempo la Alemania nazi ya había declarado su rendición? ¿O se decidió vaporizar a miles de seres humanos en un instante tan sólo para dejarle saber al mundo quién, en la nueva era de la Humanidad, era el país más “bueno” del mundo, el que más buscaba la “libertad”, y por tanto podía definir cuáles son las aberraciones y las infamias justificables?

Las infamias tienen en común las buenas e impecables intenciones de quienes las cometen. Políticos arrogantes y religiosos ignorantes tienen también algo en común: el ser humano individual es lo último que les interesa. “¡No es práctico!”, “¡No lo puedo capitalizar!” dice la conducta de estos infantes en cuerpos crecidos. El estudio intenso y la reflexión filosófica son percibidos como algo “aburrido” por muchas personas hoy en día. Por lo que no tenemos manera de percatarnos si estamos siendo parte de un sistema político o religioso donde la misoginia o la xenofobia son parte fundamental de los dogmas. Tal es el caso de algunas perspectivas religiosas basadas en textos bíblicos que afirman la realidad de una jerarquía donde al hombre le corresponde un nivel superior por encima de la mujer. No pocos en la Historia han tomado decisiones basados en tan ignorante noción, no sólo los del reportaje referido. Pero un estado de ignorancia no implica un estado de inocencia.

Para comprender la conducta estúpida en otras personas necesitamos estudiarnos a nosotros mismos. Nuestro trasfondo y nuestro recorrido. Los efectos del pensamiento mítico-mágico-místico-religioso juegan un papel importante en las posibles explicaciones. Pues tal pensamiento no sólo llega a eventualmente causar una mutilación a nuestro cuerpo físico, sino que invariablemente produce una mutilación a nuestra mente. Esto explicaría parte del motivo por el que muchos de nosotros tenemos una aparente imposibilidad para el desarrollo de nuestro sentido crítico. Por lo tanto, la siguiente imagen no sólo representa a una mujer mutilada sino que también representa la imagen de nuestra conciencia mutilada por el pensamiento mítico-mágico-místico-religioso.

Nunca atribuyas a la malicia aquello que pueda ser adecuadamente explicado por la estupidez —Principio conocido como 'Navaja de Hanlon'

Afghan Women and the Return of the Taliban

Fuente: Afghan Women and the Return of the Taliban por Aryn Baker

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