La crítica
En muchas ocasiones he escuchado algo como: “Nadie gusta que le critiquen”. Pero para mí esa frase representa una generalización como, por ejemplo, esta otra: “Todos son aficionados al futbol”. Si uno no tiene cuidado entonces es muy fácil quedar atrapado en las sutilezas del lenguaje, pues aun entre generalizaciones hay grados. Las frases anteriores, en su sentido literal, contienen una presunción exagerada: saber algo de mucha gente. Pero es muy probable que el referente real de dichas frases sea tan sólo quien la dice o piensa, en el caso de la primera, y un subconjunto local, en el caso de la segunda. Pero no dejo de tener curiosidad acerca de cuánto influyen generalizaciones como la primera frase sobre la opinión de la gente; tal que en determinada cultura, con poco hábito reflexivo, el resultado sea que la crítica se perciba como algo negativo y destructivo.
De nuevo, por la flexibilidad y amplitud del lenguaje es requerido considerar el contexto para entonces interpretar mejor lo que se dice. Si por «crítica» se entiende «murmuración» o «chismorreo» entonces entiendo lo negativo del caso. Pero si por «crítica» se entiende la resistencia a las ideas —que no a las personas— entonces la crítica resulta ser algo que ayuda a ampliar el tema y profundizar en lo que se está pensando; ayuda a evitar la cerrazón del pensamiento unidimensional. Pensar de manera amplia y profunda es parte de una estrategia que asiste a la pertinencia de las decisiones tácticas, y por eso —entre muchas otras razones— la crítica es positiva y es constructiva.
El tipo de aliados que busco, por tanto, es de aquel que ofrece resistencia a mis ideas, como lo reflexioné hace tiempo en: La resistencia a las ideas es positiva y vital. Así, los aliados que busco son aquellos que, como un buen hábito, ejercen la crítica.
Pero claro, también para hacer buena crítica es necesaria la destreza que proviene de conocer técnicas de pensamiento crítico (técnica = teoría + práctica), la destreza en cierto tipo de análisis crítico: análisis intelectual disciplinado que combina investigación, conocimiento del contexto histórico y un juicio equilibrado.
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1 Comments:
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Totalmente de acuerdo en cuanto al activismo personal. No hay necesidad de abrazar una identidad social artificial (cultural) para llevar adelante los objetivos que se propone el MZ, ni mucho menos para facilitar el diálogo.
Mi opinión es que los movimientos sociales no son la herramienta ideal para el cambio social (como una suma de cambio individual genuino). Las personas han de dejar de permitirse el lujo de tener sus mentes secuestradas por las ideas de otros, y han de empezar, como tu dices, a cuestionar las ideas, provengan de donde provengan.
Asi pues: "Que cada uno se represente a SI MISMO. Dejemos que sean las ideas las protagonistas; abandonemos los nombres con que gustamos llamarnos y concentremonos en lo importante: las ideas y los actos (en concordancia)."
Un saludo, amigo
El blog que escribo: http://ocupatumenteantesquelacalle.blogspot.com.es/
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