Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Saturday, May 01, 2010

El estado desinformado

Reflexionando acerca de las bases del conocimiento tanto en epistemología como en gnoseología, en mi texto: Lo que comparto con Richard Dawkins... menciono dos de las posiciones típicas en el debate acerca de la religión: el teísmo y el ateísmo. Ambas posiciones aseguran saber algo con certeza, y, si se considera tan sólo la superficie del debate, se podría pensar que ese algo se refiere al mismo tema y por tanto sólo una posición puede ser la correcta.

De ser así —una sola posición correcta en la superficie del debate— las implicaciones y consecuencias no resultan triviales para ninguna de las partes ni para los observadores del debate. Por tanto, el asegurar saber algo con certeza requiere presentar mucho más que un apelativo emocional, mucho más que los deseos de tener razón. Por el contrario, proclamarse poseedor de un conocimiento requiere algo que considere, en forma satisfactoria, precisamente esas implicaciones y consecuencias. De otro modo, si dicho conocimiento no explica los casos relevantes, en realidad no está explicando nada y estaría en duda si en realidad se trata de conocimiento. Por ejemplo, el sostener con certeza la existencia de divinidades omniscientes, omnipotentes, omnipresentes y omnibenevolentes no podría quedar justificado si no se presenta también una explicación, por ejemplo, al caso del problema irresoluto del sufrimiento incoherente, especialmente en niñas inocentes. Sin dicha justificación no se puede aceptar tal afirmación de conocimiento, a menos que se reformule la afirmación por una que sólo afirme lo que se pueda justificar, que para el ejemplo podría ser abandonar la afirmación de omnibenevolencia, no sin generar nuevos problemas ante las implicaciones y consecuencias de la nueva afirmación de conocimiento. Ahora, ¿cuál podría ser el carácter de tales divinidades ante las condiciones derivadas de la nueva afirmación? Se podrá comprender el porqué de lo intrincado que resultan los argumentos que buscan sostener tales afirmaciones y el porqué de lo arduo, e intenso, de estos debates en el pasado, y en el futuro.

Ese debate, por supuesto, tiene su contexto, por el cual no siempre está claro quién pertenece a cuál lado del debate. Por ejemplo, un ateo niega la existencia de una divinidad, por lo que todo aquel que niegue, digamos, la existencia de Zeus, es ateo con respecto a esa divinidad. Claro, ahora algunos dirán saber con certeza que no hay tal Zeus y que ya no hay nadie que defienda su existencia. Pero entonces tanto el ateísmo y el teísmo parecen ser una condición circunstancial y relativa al ambiente cultural del debate. Hoy en día hay quien dice saber con certeza acerca de la existencia de cierta divinidad y, con la misma certeza, declararse ateo con respecto a las demás divinidades, mismas divinidades que son defendidas de igual manera por otros que también se declaran paladines consumados del teísmo.

La credulidad ciega parece ser un común denominador, tanto en el teísmo desinformado como en el ateísmo desinformado. Por lo que ese estado desinformado, la falta de consciencia, las tinieblas intelectuales, el analfabetismo filosófico, son la causa de una religiosidad obsesionada por erigir y glorificar tótems —sean estos divinidades, personajes, o imágenes distorsionadas de la misma ciencia— que ofrezcan la ilusión de trascendencia, de resultados asombrosos, o la ilusión pueril de tener siempre la razón.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Hablando de Filosofos alguien dijo:
"Aristoteles fue una persona muy inteligente...pero muy confundido!!La Fe es algo muy sencillo:
Creer o no Creer!!!
1a pedro 1:8-25

October 11, 2010 at 5:23 PM  
Blogger Marco A. Dorantes said...

carbacom: me gustaría remitieras por favor alguna página en Internet o en algún otro lado para que yo pudiera leerla y así conocer tu argumento de una forma un poco más elaborada. Pues las breves líneas que aportas no me dicen mucho de lo que piensas del tema. Es decir, no logré entender tu raciocinio.
Acerca del uso de referencias bíblicas, remito una reflexión en la siguiente página: ¿Uso o abuso bíblico?

October 12, 2010 at 11:08 PM  

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