Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Saturday, May 05, 2012

¿Contribuir a la sociedad?

¿Cómo un simple, común y corriente individuo, como yo, puede contribuir para mejorar la sociedad?

Pienso que podemos contribuir de una manera muy significativa a nuestra sociedad si cada uno mejora en cómo pensar; no al respecto de «qué» pensar sino de «cómo» pensar. Por supuesto, eso implica elegir el duro y continuo esfuerzo de escapar, uno mismo, del estado de analfabetismo científico y filosófico. Empiezo por reconocerme en dicho estado. Así como también es propicio reconocer que la actual idea de escuela, educación y universidad —a decir del talante de sus “mejores” productos, quienes aceptamos al frente como líderes de la sociedad— es un fraude si consideramos la idea de una educación ilustrada, como la vislumbraron muchos pensadores en la Historia de la educación.

Por lo que las mejoras en nuestro actual sistema sociocultural necesitan ocurrir en niveles muy básicos de nuestra formación como personas. Algo menor a eso pareciera tomar diversas formas de gatopardismo —buscar el tipo de cambios para que todo permanezca igual—. Por lo que una honda y honesta valoración es indispensable pues quizá no estemos dispuestos a hacer semejante esfuerzo, y en realidad queremos que todo permanezca como está.

Pienso que un rasgo de la educación que uno mismo se busca consiste en poner límites al error propio, y eso es, en sí misma, una aportación importante a la sociedad.

Acaso una buena contribución individual inicie por reconocer dónde está el poder real en la sociedad: en el propio individuo y no en las así llamadas “autoridades”, siempre y cuando sea un individuo pensante, uno que cuente con el trabajoso hábito de indagar por conocimiento para formar sus opiniones y no sólo repita las opiniones que le acomodan. Así, primero, quedaría justificada la acción de opinar sobre el tema de la contribución; de otro modo, si nuestra mejor participación es vociferar meras opiniones sectarias o ideológicas entonces, quizá, tan sólo somos parte de los problemas o de sus cortoplacistas soluciones. Y así, segundo, un individuo puede cuestionar y contradecir, apoyar y proponer, pero sin caer en el servilismo de ser tan sólo un acatador de políticas autócratas.

Por ejemplo, nuestras opiniones sobre economía suelen girar únicamente alrededor de un sistema económico ya establecido —como el neoliberal— o de sistemas económicos viejos y caducos —como el comunismo o el socialismo—, y nos quejamos de sus excesos al mismo tiempo que aceptamos que permanezcan mecanismos que tienen en común tales sistemas; por ejemplo: un sistema monetario, es decir el concepto de dinero. El dinero es una convención social, no es algo que encontramos en el mundo natural, y podemos acordar algo diferente. Pero el inicio del cambio está en el individuo que cuestione y contradiga la convención establecida, una vez que haya puesto esfuerzo para entender el origen, los límites y los excesos de tal convención social.

En las siguientes páginas hay más reflexiones sobre (1) la mejora de la sociedad a partir de la autocrítica, y (2) sobre sistemas económicos alternativos en los que el concepto de dinero desaparece:

(1) Soy el sistema

(2) ¿Qué es una Economía Basada en Recursos?

«Al principio las personas se niegan a creer que pueda realizarse una idea extraña y nueva, luego empiezan a esperar que pueda hacerse, luego ven que puede hacerse, a continuación se hace y todo el mundo se pregunta por qué no se hizo desde siglos atrás»Frances Hodgson Burnett

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