Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Sunday, June 10, 2012

Político pero apartidista

Un rasgo propuesto para el movimiento #YoSoy132 es el ser político pero, simultáneamente, apartidista, y me parece un rasgo importante pues los excesos debidos al partidismo —al pensamiento sectario— son evidentes y perjudiciales. Uno de los perjuicios del partidismo es la perpetuación del esquema político donde los partidistas buscan su turno para mamar de la ubre del poder para beneficio de sus intereses sectarios a costa de los intereses generales de la sociedad civil. Un prosélito típico afirma en su propaganda que sí busca dicho interés general pero para poder aceptar tal afirmación como cierta, a estas alturas en la historia de la especie humana, sería necesario buscar, paralelamente, un esquema político distinto al imperante, uno donde la susodicha ubre del poder desaparezca.

Dado el esquema político imperante, se comprende que el turno en el poder es la opción por antonomasia para lograr algunos cambios políticos y económicos. Sin embargo, el turno en el poder para una secta política u otra no representa una solución a los problemas del partidismo sino, por el contrario, la perpetuación de dichos problemas. Por tanto, es atinada una posición apartidista, en oposición al partidismo.

Al mismo tiempo, es atinado abrazar la política en general, es decir la reflexión sobre el pensamiento político. Pues así sí se puede vislumbrar un lugar donde una democracia integral pueda desarrollarse, en lugar de sólo perpetuar una democracia pasiva, en donde la ciudadanía se limite a votar de vez en cuando, como la que ofrece la democracia representativa. Pero para lograr una democracia integral primero es necesario entender que las acciones “de arriba hacia abajo” de ya sea un régimen autoritario o autocracia, el «obedézcanme», o de un totalitarismo, el «obedézcannos», o de una dictadura populista, el «síganme», o de una democracia representativa, el «elíjannos», no son ni las más importantes ni las únicas posibles de relevancia política. Por otro lado, el «gobernemos» de la democracia participativa ofrece la posibilidad de alejarse del partidismo y sus nocivos efectos. Un ejemplo de los efectos del partidismo —o de la desesperación ante la falta de opciones— es el tipo de afirmaciones que algunas personas se ven en la extrema necesidad de pronunciar, aquí algunos ejemplos:

Antonio Velasco Piña: ¿“la única persona en México que se ha dado cuenta...”? Roberto Sosa: ¿”porque es la única, y real, opción que tenemos los mexicanos...”? Beatriz Cecilia: ¿”intachable, incuestionable...”? Cecilia Sotres: ¿“si no apoyamos a AMLO está muy difícil la cosa...”? DJ Vazik: ¿“despertar es apoyar a AMLO, la única opción viable para salvar o rescatar este país”? Missael Oceguera: ¿“la última llamada para el pueblo...”? Fabiana Perzabal: ¿“conoce más que nadie este país”? Marisol Gasé: ¿“la única posibilidad real que tenemos ahorita”? Del siguiente video:


¿De verdad creen tales afirmaciones? ¿Por qué la insistencia en esperar a un tlatoani para que “ahora sí” ocurra el cambio? ¿Por qué el constante tropezón al arrobarse en la idea de que lo bueno sólo está asociado con una figura mesiánica? ¿Por qué la manipulación propagandística partidista? ¿Por qué aceptar la vulgaridad donde «lo menos peor» se convierte en «la única opción»?

Vemos al enemigo, y es nosotros mismos.

La vulgaridad que referí es aquella cualidad de expresión que en cada materia no remite más que la parte superficial. Y cuando eso superficial se entroniza como “lo más práctico” y “lo más real” es debido a que, quizá, o se tiene una agenda propagandística —a la Goebbels— o es honesta y es realmente lo mejor que se tiene por ofrecer, no se tiene nada más ni nada mejor; en cuyo caso somos un pueblo paupérrimo, esclavo en una celda para la mente: sin futuro ni intelectual ni espiritual.

2 Comments:

Blogger Samuel Méndez said...

Muy buen articulo y en verdad en ocasiones entristece esa actitud de que alguien tiene que venir a solucionar todos nuestros problemas, con la "esperanza" de que por arte de magia todo de un giro de 360 grados.....

June 11, 2012 at 5:40 AM  
Blogger Jorge E. Barsallo C. said...

El artículo me parece excelente. Va directo al punto: Hasta cuándo las personas dejarán de esperar que el Bien Absoluto lo proponga alguien más....? El mejoramiento de nuestra sociedad es tarea y responsabilidad de todos, más allá de votar por uno u otro candidato.

Kudos, Marco!

June 16, 2012 at 7:38 AM  

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