Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Monday, March 21, 2011

Carta personal

A continuación publico la versión adaptada de una correspondencia con un entrañable amigo, en respuesta a los cordiales saludos que recibí de su parte. En esta adaptación he omitido toda alusión personal, pues mi intención es tener un comunicado genérico al que pueda remitir a otros que se pregunten por mí actualmente.

Hola, ¡que gusto recibir tus saludos!

Te cuento que me siento muy bien en general. Mi profesión todavía me da más satisfacciones que pesares. Es decir, todavía sigo divirtiéndome mucho con el diseño y la creación de soluciones de negocio basadas en software, más de lo que me aburren las tareas administrativas o repetitivas y tediosas —como la obligación de hacer algunos trámites fiscales.

Con mi familia estoy muy feliz, la vida matrimonial ha sido un sueño hecho realidad. La intensidad y nivel de atención tan demandante que ha sido el ser esposo y padre me impulsa a mejorar y cambiar constantemente.

En lo personal estoy muy feliz de procurar lo positivo del cristianismo. Algunos patrones positivos que aprendí en los años de vida en iglesia han sido un cimiento invaluable hoy en día. Por ejemplo la pauta periódica de cambiar y mejorar la mentalidad —también conocida como el arrepentimiento— ha sido una base importante para continuar mi búsqueda del crecimiento espiritual.

Otro cimiento importante ha sido el estudio profundo de la Biblia. Estoy muy entusiasmado y busco progresar diligentemente en mis estudios sobre la historia del cristianismo y mi proyecto de teología filosófica. El cual es un proyecto personal y distinto al otro proyecto que también está en curso, el del seminario de introducción a la Filosofía —aunque indiscutiblemente están relacionados.

Cuando me bauticé como un cristiano, lo sabemos, tomé varios compromisos de vida. Entre los cuales está el buscar a Dios de forma seria. Para tener el tiempo para seguir dando la cara, de manera realista, a esos compromisos ha sido necesario repartir mi tiempo de forma diferente a como lo solía hacer durante mis primeros años de cristiano. Por ahora no asisto a las reuniones de la iglesia, y en su lugar busco dedicar el tiempo a la pequeña iglesia que es mi familia personal, y a la investigación y reflexión profundas. Cuando tomé esa decisión redacté una carta dirigida a mi Charla Bíblica. El texto principal de dicha carta lo puedes consultar en la siguiente página en Internet: Carta breve a una pequeña comunidad

Solicité y confié en mi líder de Charla de ese entonces para distribuir dicha carta entre los miembros a quienes fuese pertinente aclarar mi decisión providencial. A la fecha no he recibido respuesta o comentarios por parte de nadie y desconozco si mi carta llegó a los miembros de mi Charla Bíblica.

Debo decirte que la etapa donde estoy actualmente en este camino de profundización que emprendí es una etapa de reevaluación de todas mis creencias. Pues me he dado cuenta que desde haber conocido a la iglesia también he caído en los patrones negativos del cristianismo. Por muy difícil que ha sido para mí reconocer eso pero, sí, he corroborado que el cristianismo tiene —en su esencia— patrones muy negativos, y en la mayoría o he caído yo mismo, o se ha incurrido —y se incurre actualmente— a mi alrededor en la iglesia. Lo más lamentable es que se perciben de forma generalizada como patrones positivos y no distingo la posibilidad de que tal percepción llegue a cambiar, principalmente entre los miembros del liderazgo.

Reitero que la razón principal para dejar de asistir a las reuniones es mi necesidad del tiempo para profundizar y buscar el crecimiento espiritual que de otra manera no estaba logrando. No he tenido ningún problema con las personas en la iglesia, o por lo menos no directamente. Me explico:

No lo sabía en ese entonces pero ahora conozco el término que describiría lo que me pasaba y, por conciencia, no podía ignorar: una especie de disonancia teológica. En pocas palabras, la mayoría de las ideas en la iglesia —y en la Biblia— no son consistentes con la idea de un Dios grande, un Dios para todo el universo. No acepté que la búsqueda que inicié en mi bautismo —o antes— terminara con la idea de un Dios de pensamiento enano, local, machista, neurótico, en resumen: un Dios demasiado humano. Un Dios que nos deja en condiciones tales que provoca no sólo lo mejor en las personas —por ejemplo en el amor, la compasión, y el perdón— sino también lo peor, como el dogmatismo exagerado, la misoginia, la xenofobia, el chovinismo, la enajenación y el abuso jerárquico, por mencionar sólo algunos rasgos de lo peor del cristianismo como se vive en esta y en la mayoría de las iglesias cristianas que he conocido y estudiado.

Entonces, no tengo ningún conflicto personal o queja con los miembros de la iglesia, pero sí con el grueso de sus ideas, mismas que ciertamente provienen, no todas de malinterpretaciones sino, directamente de la Biblia y de la historia del cristianismo desde su gestación.

El cristianismo no le pertenece al Movimiento de Boston, el cristianismo es algo mucho más grande y complejo que las buenas intenciones de unos pocos entusiastas en una época y cultura determinada. Así mismo, por supuesto, la idea de Dios es algo mucho más grande que la forma de religión organizada e institucional en que nos hemos convertido. El cristianismo pertenece a los individuos, no a las instituciones ni a los prelados jerárquicos. Esas son algunas premisas de mi proyecto de teología filosófica que estoy desarrollando como alguien que sigue en la búsqueda de un Dios para todo el universo.

Mi proyecto es personal, no pretendo adoctrinar a mi familia con mis perspectivas. Las bases que planeo ofrecerles son las del pensamiento de orden superior: pensamiento crítico, pensamiento creativo, y pensamiento solidario. Los hallazgos en mi proyecto personal serán como una aportación más, entre otras, para que cada uno elija conforme a su ser.

Hasta donde he corroborado de manera personal —pues presencié o participé de experiencias ya anteriormente reportadas por muchos otros— la iglesia está dominada por patrones negativos de raíz que yo no puedo respetar; si acaso los tolero, pero que de una manera u otra estoy obligado moralmente a denunciar. En mi proyecto personal de cristianismo sí hay cabida para perspectivas diferentes, desconozco si en el proyecto de la Iglesia de Cristo en México, A.R. —dictado por su liderazgo— haya cabida para mi proyecto, sospecho que no. Pero en realidad eso ya no me importa pues la cerrazón ha resultado impenetrable y he decidido dedicar mi tiempo para avanzar en mi búsqueda y no perderlo con dogmatismos trasnochados.

Por supuesto, todo esto ha sido el resultado de un proceso de muchos años, por lo que preparé la siguiente página donde enlisto algunos textos que podrían explicar, en parte, algunos puntos clave durante ese proceso: Un recorrido

Quiero seguir narrando y reflexionando sobre mi recorrido hasta ahora y sobre lo que aprenda sobre la marcha. Por ahora lo seguiré publicando en forma del blog en Internet con dirección: http://mdmartin.blogspot.com/

Con gusto estoy dispuesto a platicar y dejar en claro cualquier cosa confusa en mis textos que, por no ser un escritor profesional, haya yo dejado con demasiada ambigüedad.

Para mí la amistad es lo importante, la fraternidad, el amor, la compasión, etc. Por otro lado, los dogmas de fe me resultan irrelevantes. Por lo que hacia ti mi amistad permanece intacta, y las puertas de mi familia abiertas, aun si no hubiese coincidencia en las ideas.

Te dejo mis datos, esperando con gusto vernos de nuevo y compartir lo maravilloso de nuestras familias.

Te mando un abrazo cordial y saludos a tu preciosa familia,

Marco

Aclaración Abril 2011: La palabra «provisional» en el octavo párrafo ha sido substituida por «providencial» pues, al escribir ese párrafo, la intención original fue indicar que mi decisión proveía medios para obtener el tiempo que requería en esa época. Evidentemente la palabra original fue usada de manera ambigua y el cambio pretende disminuir dicha ambigüedad.

Aclaración Abril 2016: La palabra «valoral» en el párrafo catorce ha sido substituida por «solidario» pues me pareció una mejor traducción contextual de la palabra del inglés «caring» —su contexto es la propuesta conocida como «Filosofía para Niños» de Matthew Lipman.

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