Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Wednesday, February 13, 2013

Carta a mi entrañable jovencita — México, D.F., a 13 de febrero de 2013

Mi entrañable jovencita:

De nuevo tengo la oportunidad de escribirte. ¡Cuánto gusto me da! Cuando pienso en ti y en tu hermana, y en ese montón de cartitas que me han enviado con disimulo, me gana la emoción y no puedo evitar sentir un nudo en la garganta y un cosquilleo en los ojos. ¿Ya te he dicho que conservo cada una de tus notas y dibujillos? Así es, desde tus primeros garabatos.

En esta ocasión intentaré explicarte aquello que prometí hace poco tiempo: el tema de las opiniones. ¿Recuerdas haberme preguntado sobre lo que escuchaste decir a tus amigas en la escuela?, ¿recuerdas lo que dijeron de la compañerita que usaba una falda muy corta? Ya en esa ocasión platicamos un poco sobre diferentes opiniones posibles para ese caso; el cual es un caso de opinar con base en lo que una persona tiene. También quedamos en que el asunto no terminaba ahí, sino que debíamos intentar acercarnos a un tema que se relaciona con ese y con muchos otros casos. Dicho tema es la acción misma de opinar —una acción muy común. Algunos casos serán similares al de tu compañerita y otros serán distintos. Por ejemplo, la religión de alguna de tus amigas, o los rasgos raciales del nuevo chico en la escuela, o la clase socioeconómica de tu maestro, etc. Por ser común diremos que opinar es una acción general para todos esos casos. Pensar en un tema general es útil pues así puedes aprender cómo aplicarlo a muchos casos particulares.

Por favor recuerda, lo que aquí y en posteriores cartas te diré tan sólo representa un inicio, una invitación a pensar sobre el tema. No olvides que mi opinión puede estar por completo equivocada, y que mi intención no es defenderla sino evaluarla; es decir, me interesa discutirla para encontrar sus límites, contrastarla con otras opiniones y, en el caso, remplazarla por una mejor.

¿Qué es opinar?, ¿cuál es la idea detrás de una acción como opinar?, ¿es opinar una acción que pueda hacerse bien, regular o de plano mal? Por ejemplo, tú misma me has dicho cómo te llamó la atención lo escrito por Juan Villoro en El libro salvaje, y cuán distinto fue eso comparado con una serie de Lisi Harrison. Si opinar es una acción, así como lo es escribir, ¿puede su resultado provocar dos experiencias tan distintas como las de tus lecturas?

A continuación, como referencia, tomaré lo dicho al respecto por el diccionario de la lengua castellana. Opinar es un verbo intransitivo; es decir, una acción tan precisa que no requiere ser complementada para entenderse. Presenta tres acepciones. Primero, formar o tener opinión; segundo, expresarla de palabra o por escrito; tercero, discurrir sobre las razones, probabilidades o conjeturas referentes a la verdad o certeza de algo.

Ahora haremos una pausa, y concluiré esta carta sugiriendo un ejercicio para ambos. Piensa en una opinión tuya, cualquiera que logres traer a tu atención. Contémplala. Luego, intenta contestar: ¿desde cuándo está ahí?, ¿cómo llegó?, ¿la escuché de alguien, de un libro, de una revista, de la televisión, de los amigos, o es sólo mía y siempre ha estado ahí? Es decir, intenta explicar su existencia.

Hasta la próxima, recibe besos y un tierno abrazo.

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