Amistad de muchos años

A continuación presento el texto de un mensaje por correo electrónico en el cual agradezco la compañía de unos amigos de muchos años:

Muchas gracias por su amistad y por su tiempo durante la agradable reunión que tuvimos. Estaré pendiente del siguiente paso en donde nos reuniremos con nuestras familias.

Estaré encantado de seguir escuchando personalmente y aprendiendo de las perspectivas que todos estos años le han dado a cada uno de ustedes. Pues si bien nuestros caminos se unieron en un punto hace casi 20 años y compartimos muchas vivencias en el mismo contexto, es natural ahora que la suma a la fecha del recorrido personal presente su propio y muy íntimo matiz. Para mí sería muy enriquecedor escuchar acerca de sus hallazgos y aprendizajes durante estos años de empeño y tesón por el amor a Dios y al prójimo.

Por mi parte, y con base en el entendido que el camino hacia Dios consiste de una sucesión de conversiones (como aquella primera en nuestros años mozos), continúo en la búsqueda de la siguiente conversión en turno, con la que caiga en cuenta —otra vez— que debo empezar todo de nuevo, desde el principio.

En el presente punto en mi recorrido, encuentro en la filosofía el medio por el cual puedo continuar dando pasos —aunque estos pasos sean hacia atrás, como les comenté en persona— en mi admiración por Dios y en mi relación con mi prójimo. Que en realidad no trata de alguna cosa enteramente nueva, algún cuerpo totalmente nuevo de conocimiento y creencia, no. Por el contrario, se trata de un medio por el cual pueda yo dar sentido y compartir todo ese enorme contenido interior que ya ha provocado el cúmulo de vivencias a lo largo de estos años; y que —como dije— mi lenguaje actual no me da el ancho para expresar. También estoy tratando de identificar y reconocer plenamente mi ignorancia en los temas que tienen peso para mí, en esos temas que en realidad nunca he realmente entendido, para entonces aspirar a ser apoderado de las riquezas espirituales ofrecidas por un ser infinito como lo es Dios.

Les comparto un fragmento de la primera sesión del seminario de introducción a la filosofía que estoy actualmente coordinando:

¿Qué es la filosofía?