Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Sunday, June 30, 2013

¿Qué es «El Jardín del Edén»?

Recientemente, en un foro de discusión sobre temas bíblicos, alguien ofreció interpretaciones sobre algunos versos en Génesis. Por lo cual le estoy muy agradecido pues me ha provocado reflexionar y repensar varios asuntos. Además de agradecer esa buena práctica de compartir, quiero en esta ocasión proponer una reflexión desde la perplejidad. Misma que me ocurre al contemplar la enorme complejidad del fenómeno humano y, asimismo, que me ocurre al intentar abrirme paso ante textos antiguos como el Génesis de la biblia hebrea (Antiguo Testamento). Con lo siguiente tan sólo pretendo la reflexión. No tengo tesis alguna, ni pretensión de sabiduría, por las cuales afirme saber lo que significan los textos bíblicos de una manera inequívoca.

¿Qué es la idea de «El Jardín del Edén»?

Presupongo que el concepto de «El Jardín del Edén» no se refiere a un lugar físico donde una persona pueda estar, sino a un estado de vida en el que una persona pueda llegar a desarrollarse. Por lo que no presupongo que tal idea se refiera a una transformación ontológica, pues quizá somos lo que somos y eso no pueda cambiarse, tan sólo podemos desarrollar lo que ya somos. Por lo que presupongo que la idea se refiere a un estado de plenitud humana, un estado de desarrollo donde se ha alcanzado ser todo aquello que se pueda ser, dentro de los límites de lo humano.

Dado que la idea de «El Jardín del Edén» aparece en el Génesis, presupongo que puede orientarnos en una aproximación a las preguntas sobre nuestro origen, principio o proceso de formación cultural: ¿qué somos? A partir de tales aproximaciones, sabiendo algo sobre qué somos, entonces podremos desarrollar ese algo.

El contexto textual de la idea no parece asociarla con los conocimientos y el desarrollo de facultades intelectuales, sino con la inconciencia de sí mismo. La felicidad idílica en ese jardín, al parecer, tiene una base sólida en la ignorancia. El final de ese tipo de felicidad llegó ante la amenaza que representa el conocimiento.

La investigación filológica de la palabra ‘Edén’ ofrece posibles referencias a todo aquello relativo al placer. Por lo que dicho estado de desarrollo pleno podría referirse sólo al desarrollo total de la subjetividad, y nada en relación a conocer la realidad más allá del sujeto.

El concepto de «El Jardín del Edén» podría ser, entonces, un recurso simbólico literario para indicar el desarrollo de la sensibilidad humana en su totalidad.

Las ramificaciones teóricas de esto son enormes, dignas de mayor investigación y reflexión.

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