Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Tuesday, July 15, 2014

Sobre «Dios» — No mentir con el literalismo textual

Por fortuna, algunos teólogos contemporáneos sí hacen un intento por divulgar su trabajo con claridad. Por fortuna, algunos de ellos no son del corte fanático que pretende apropiarse de toda la verdad y de toda la razón para el exclusivo uso de algún partido religioso, sino que realizan estudios en religión comparada. Por fortuna hay teólogos como William Willimon, en las ramas del protestantismo, o Karen Armstrong, o Albert Biesinger, en las ramas del catolicismo, que divulgan perspectivas distintas a aquellas perspectivas propias de la primera infancia de no pocos de nosotros adultos.

Como algunos saben, uno de mis proyectos personales de indagación es desarrollar una teoría teológica liberal, libertaria y libertina, así que no reparo en consultar fuentes diversas. Hace algunos días, en la librería de la Parroquia Emperatriz de América, de corte católico conservador, me topé con este libro de Albert Biesinger, teólogo católico egresado de Tubinga y Friburgo, Alemania. En este libro, entre otros similares, se puede constatar la riqueza de teologías basadas en interpretaciones no literalistas de textos antiguos veterotestamentarios y neotestamentarios.

Pero se hace necesaria la pregunta: ¿en qué medida se relacionan la teología y la ética? Por fortuna no todas las respuestas asumen una relación tan estrecha como en algunas nociones populares según las cuales una teoría teológica liberal, libertaria o libertina implica una ética liberal, libertaria o libertina; tal implicación representa un exceso. La explicación de semejante tropiezo habrá que buscarla, en parte, en la poca destreza de muchos teólogos para divulgar con claridad de qué va un ejercicio teológico reflexivo. Una asistencia más frecuente a la biblioteca pública en lugar de al templo religioso o a la parroquia preferida podría esclarecer que teología y ética, religión y moralidad, son campos de indagación por completo distintos.

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