Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Friday, September 07, 2012

¿Pecado o sufrimiento?

El sufrimiento que nos causamos a nosotros mismos, o que causamos a otros, debido a nuestros excesos e inconciencia puede disminuir gradualmente en la medida del hábito por mejorar nuestro propio estado de conciencia. En otras palabras, en función de nuestra relación con un sentido amplio de educación. Por ejemplo, al tener una conciencia supra-cultural podríamos tomar conciencia de los patrones comunes que causan el sufrimiento en diferentes culturas, y así superar el relativismo moral que ocurre al quedarse sesgado en la diminuta perspectiva de la cultura local; así podríamos tomar conciencia que en ocasiones somos víctimas de nuestra propia cultura al adoptar las meras opiniones de nuestro pequeño grupo social.

Por ejemplo, si un individuo vive en un ambiente social donde reina suprema la homofobia, entonces no sería sorpresa que ese mismo individuo considere que la homofobia es una virtud, y, por tanto, tenga por costumbre condenar severamente como vicioso a todo homosexual.

Por lo que, si nos preocupa el sufrimiento cuya causa somos nosotros mismos, entonces los ingredientes de las posibles soluciones no están en un texto antiguo, como la Biblia o el Corán, sino, precisamente, en nosotros mismos.

Así mismo, si quisiéramos disminuir ese tipo de sufrimiento, entonces pienso que no podríamos tomar a esos textos antiguos para la orientación ética pues son esos mismos textos antiguos, y su descuidada y literal malinterpretación, los que han causado tanto de ese tipo de sufrimiento en la Historia.

Por ejemplo, una exégesis del texto antiguo hacia el idioma español dice literalmente: “No matarás”. El descuido común es hacerlo referir a lo que actualmente entendemos como homicidio. Pero eso es sólo una posibilidad de exégesis, y una de las menos justificadas por el contexto del propio texto pues matar es una de las actividades preferidas de una de las deidades judeo-cristianas veterotestamentarias.

Para mí, un resultado en mi búsqueda por tomar conciencia de si soy parte de los problemas o parte de las soluciones en el asunto del sufrimiento humano causado por humanos, es haber abandonado a la Biblia como referencia ética. Dejé de ser un cristiano principalmente porque yo, en lo profundo, no coincido con sus sistemas morales de interpretación popular. Por ejemplo, es muy difícil para mí coincidir con un sistema moral que mantiene y afirma la existencia de un lugar de tormento eterno y que usa para causarle sufrimiento infinito a toda persona que sea, piense o actúe diferente al grupo eclesial cristiano establecido en turno.

Si decimos que el pecado es, ultimadamente, una causa de sufrimiento, entonces ¿qué relación tiene la Biblia con el sufrimiento humano? Pues dependerá de cuál texto bíblico se considere, pues hay múltiples respuestas a dicha pregunta, y muchas de esas respuestas son plenamente justificables, y a la vez, discrepantes entre sí. Por ejemplo, el sufrimiento debido a mis propios excesos es, quizá, una idea popular hoy en día; pero no es la única que se puede encontrar en la Biblia. Otra es que el sufrimiento resulta ser un bien deseable debido a la purificación que otorga para el carácter del quien sufre. Otra es que el sufrimiento no tiene relación con el individuo sino que es causado por las fuerzas del mal que gobiernan en este mundo. Etc.

Por tanto no hay una sola relación coherente de la Biblia con el sufrimiento, y por ende con el pecado. Así, una fuente del relativismo moral es la Biblia misma.

Estoy consciente que estoy relacionando directamente el tema del pecado con el tema del sufrimiento. La razón es que observo que esa relación es muy estrecha y causal en el cristianismo y en la Biblia; es decir, en algunas partes de la Biblia el pecado es causa del sufrimiento. Aunque el sufrimiento en la Biblia proviene no sólo del pecado sino que tiene también otros orígenes.

Recordé que hace tiempo reflexioné también sobre ese rasgo, poco reconocido popularmente, del cristianismo: su crueldad. Mi texto intenta provocar la reflexión sobre una pregunta como: ¿Es Joseph Ratzinger un cristiano verdadero?

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